Ha transcurrido un tiempo en el cual nos trazamos determinados objetivos, uno de ellos fue el de llevar adelante una lucha sin cuartel contra el imperialismo, la reacción y el revisionismo, además de servir a construir una organización política de clase que esté al servicio del proletariado boliviano y mundial, enarbolando, defendiendo y aplicando el marxismo-leninismo-maoísmo como guía ideológica y política en el accionar de los revolucionarios bolivianos.
La constitución del Frente Revolucionario del Pueblo m-l-m, no fue casual sino producto de otros tres años en los que se desarrolló una brega constante contra la reacción y el revisionismo nativos, contra la gran burguesía y los terratenientes como representantes del imperialismo, yanqui principalmente. Fue una lucha tenaz a nivel nacional como internacional. En el plano nacional, debemos señalar lo siguiente, respecto a nuestros objetivos, primero, pugnamos por contar con una organización que respondiera a principios ideológicos revolucionarios; y segundo, porque esta organización, en un tiempo no determinado, esté apta para iniciar un proceso revolucionario en el país. En el plano internacional, optamos por establecer contacto con organizaciones m-l-m para, primero, aprehender y compartir experiencias; y segundo, impulsar un proceso de organización de partidos y organizaciones m-l-m en la región que apunte a ir constituyendo una estructura regional que difunda el m-l-m hacia otras latitudes.
Empezaremos por lo último, para indicar que se logró, con creces, impulsar una estructura de organización que permitió crecer e irradiar el m-l-m hacia otros territorios, teniendo como norte ideológico poner el maoísmo como centro de unificación de organizaciones revolucionarias. Con relación a nuestro accionar nacional, podemos señalar que se avanzó en construir una organización guiada por el m-l-m y que desarrolló múltiples actividades. En ese proceso de construcción ideológica, política y orgánica, se dio una situación de ingreso y salida de muchos compañeros y compañeras que finalmente no permanecieron, debilitándose el proceso de construcción orgánica en los diferentes ámbitos de trabajo revolucionario que se construyó.
La semilla del maoísmo está sembrada y hoy, más que nunca, toca esparcirla y desarrollarla en lucha contra un revisionismo encaramado en organizaciones de base como políticas y partidarias, además de combatir al imperialismo, la gran burguesía y los terratenientes. A quienes aún nos mantenemos organizados, nos toca hacer un alto en el camino y resolver en asumir nuestros problemas internos para continuar batallando, desde otros espacios, la lucha revolucionaria guiada por el maoísmo en cada uno de nuestros actos.
Bolivia, diciembre de 2018.
Frente Revolucionario del Pueblo marxista-leninista-maoísta.