LA SANGRE DE OCTUBRE, JAMÁS SERÁ OLVIDADA

Este octubre tiene una significación especial en la memoria del pueblo, se cumple un año de la rebelión popular que echó a Sánchez de Lozada del poder junto a todo su gabinete no sólo del gobierno sino también del país. Pero de además es una fecha de recuerdo a quienes ofrendaron sus vidas en esta rebelión, una lucha desigual llamada guerra del gas.

Los sectores populares se preparan con mucho apuro para este mes a celebrar diferentes acontecimientos: marchas, veladas, seminarios, homenajes a los mártires entre otras actividades, el sentimiento popular, por un lado de victoria se confunde con el duelo por la sangre derramada y la reflexión de qué es lo que se ha ganado hasta ahora.

Desde esta trinchera de combate nosotros decimos: la sangre derramada, jamás será olvidada, el recuerdo imborrable de la fortaleza de nuestro pueblo quedará grabada para siempre en las mentes y corazones de quienes fuimos testigos y cómplices de esta rebelión. Nuestro compromiso: seguir el ejemplo de quienes ofrendaron sus vidas por la senda de la lucha hacia el camino de la revolución.

Pero la pregunta que se impone es ¿Qué ha ganado el pueblo? Si partimos por los hechos palpables, podemos ver que los familiares de los caídos en febrero y octubre aún van marchando por las calles pidiendo al gobierno que pueda resarcir de manera adecuada la tragedia que significó perder a sus familiares, eso que es lo más elemental e inmediato sigue en espera. ¿Y el Juicio de Responsabilidades? Sólo declaraciones, todos, incluso los emenerristas, dicen que se debe llevar adelante un juicio imparcial pero el parlamento en todo este año “no ha podido” -o no ha querido- autorizar el inicio de este juicio.

Los problemas son mayores si vemos el pedido del pueblo en octubre en relación al gas. Esa vez se dijo: “gas para Bolivia, industrialización”, que tenemos actualmente, que el gas sigue siendo de las petroleras, que el gobierno mediante el Referéndum solamente dio validez a los contratos fraudulentos que firmó Goni con las transnacionales y ahora puede vender gas libremente. Por lo tanto el gas no es de los bolivianos, las petroleras son las que ganan con cualquier venta que Mesa pueda hacer y el estado sigue percibiendo el mísero aporte por sus recursos. En el Congreso se encuentra un proyecto de Ley de Hidrocarburos que se prepara para ser promulgado en octubre, lo cierto es que los gobernantes de nuestro país se alistan para “regalar” al pueblo 50 años más de sometimiento a la voracidad del imperialismo, comprometiendo de manera definitiva nuestros recursos naturales. ¿Qué ganamos? Nada.

En relación a los problemas del país, por ejemplo, el gobierno ha declarado que las plantaciones de coca en el Chapare seguirán el curso de la erradicación, es decir, que continuará la política planteada por EE.UU. respecto a la coca. El Movimiento Sin Tierra sigue reclamando tierras para poder solucionar su problema de existencia misma. En este caso no ha habido absolutamente nada.

En el tema del desempleo, hace poco hemos visto como la desesperación llevó a los desocupados a plantarse desnudos frente al Palacio de gobierno. La llamada “generación sándwich” continúa sin solución.

La maquinaria estatal siguió funcionando como siempre A inicios del año, en una de las demostraciones del más rastrero sometimiento al imperialismo yankee, el senado aprobó la ley de inmunidad a soldados norteamericanos enviada por Mesa donde la coalición funcionó como en la época de Goni. El parlamento y el ejecutivo siguen practicando el cuoteo político, la repartición de pegas, el nepotismo, la corrupción. Los gastos reservados no se han anulado, la policía no se ha reestructurado, hace poco entró en un escándalo que llevó al suicidio a un coronel y a la renuncia del Comandante General. El ex Fiscal General Oscar Crespo no metió a la cárcel a Kukoc por ser autor confeso del robo de dos millones de bolivianos, sino por el contrario le dio un par de guardaespaldas para que lo cuidaran en su “arresto domiciliario”; los fiscales emenerristas intentaron archivar el juicio de responsabilidades, los nuevos jueces y fiscales, nombrados por Mesa tienen relación con el MIR y algunos son ex socios del MNR. En síntesis, con ciertos disfraces el país ha seguido siendo el mismo.

Pero ¿Quién ha sostenido a Mesa a pesar de todo esto? Nada menos que el MAS. Este partido oportunista es quien ha vendido al pueblo la idea de que hay que salvar la democracia, que hay que cuidarla, hay que apoyar a Mesa porque es un gobierno de transición, hay que apoyar sus medidas, hay que apoyar el Referéndum, incluso dijo que haría respetar la pregunta dos, según la interpretación de nacionalización, pero nada de eso ha ocurrido. Lo único que ha ocurrido es que el MAS en medio de su angurria por tomar las municipalidades del país está dispuesto a que el gobierno siga en su política pro norteamericana de erradicación de la coca, ya no le importa ni los cocaleros, lo único importante son las elecciones municipales, el participar de este viejo orden reaccionario que ha asesinado a tantas personas en febrero y octubre, pues el responsable de tanta muerte no es sólo Sánchez de Lozada y Sánchez Berzaín, sino el sistema mismo, este sistema llamado “democrático” que el MAS y tantos “intelectuales” defienden, es el que explota y mata día a día la fuerza de nuestro pueblo, que chupa la sangre de nuestra juventud, que la empuja a emplearse por un miserable sueldo.

Así el MAS y muchos plumíferos a sueldo nos hablan cada día de las virtudes del sistema democrático, de la nueva democracia y que ahora esta democracia es diferente, nos quieren hacer creer que puede existir democracia política con desigualdad económica, nos ocultan que la promovida participación precisamente legitima y esconde la explotación, pretenden hacernos creer que nuestra participación es igualitaria cuando en realidad no somos iguales, no vivimos como iguales, no comemos como iguales, no tenemos igualdad en salud, no ganamos igual, la participación política promovida por Mesa y sus socios incluido el MAS sólo pretende esconder que Bolivia es uno de los países después de Brasil, que más desigualdades tiene.

De esta manera nuestro pueblo sigue llevando sobre sus espaldas la pesada carga de la explotación y opresión, la miseria y el hambre; nada tuvo el pueblo y nada tiene ahora, sólo promesas de demagogos que con el verbo lo han engatusado. Pero una lección tuvo el pueblo, sólo con la lucha auténtica podemos conseguir los objetivos propuestos, sólo con la unidad conseguiremos propinar un duro golpe a la reacción; pero además la lección nos enseña que es necesaria una dirección política, una dirección revolucionaria que pueda ser su destacamento de vanguardia en la lucha frontal contra los intereses que lo oprimen y explotan. Esa es la lección más importante.

Editorial Senda Roja Nº 17
Frente Revolucionario del Pueblo
Marxista-leninista-maoísta
Bolivia

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